Hacer de las oficinas una comunidad, clave para impulsar el trabajo presencial

En la actualidad, solo 60% de los lugares en estos espacios son asignados, lo que permite la integración de áreas compartidas para promover la colaboración y la flexibilidad

El emprendimiento, en el imaginario social, se asocia con la juventud. — Foto: Shutterstock

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Redacción El Economista

sábado 01 de marzo de 2025 – 09:35

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El diseño de oficinas ha tenido que evolucionar de manera acelerada luego de la pandemia, ya que, aunque el trabajo presencial ha tenido su retorno, no es el mismo del 2019. Zonas abiertas o salas de reuniones, ya no son suficientes para fomentar conexiones significativas en estos espacios.

De acuerdo con Arturo Bañuelos, director de Proyectos y Desarrollos de JLL Latinoamérica, uno de los mayores desafíos del sector inmobiliario de oficinas es el regreso de los colaboradores a los centros de trabajo. En respuesta a esta dinámica, las empresas han comenzado a dejar atrás el modelo tradicional de estaciones fijas para dar paso a espacios diseñados como comunidades de trabajo.

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“Antes, en promedio, 80% de la superficie total de una oficina se destinaba a puestos asignados, pero ahora esta cifra se ha reducido a un rango menor de 60%, permitiendo la integración de áreas compartidas que promueven la colaboración y la flexibilidad”, comentó.

En este sentido, ha iniciado una migración hacia espacios más colaborativos con modelos de comunidad o distrito que funcionan como un ecosistema. Esta nueva tendencia responde a una nueva concepción en las que ya no solo se busca optimizar la colaboración, sino también crear un sentido de pertenencia y propósito compartido entre los empleados.

Bañuelos remarcó que son las generaciones más jóvenes las que valoran más los entornos de trabajo que van más allá de lo funcional, ya que buscan experiencias laborales que los motiven y les brinden bienestar.

“Para ellos, un espacio de trabajo no solo debe ser eficiente, sino también inspirador, flexible y alineado con sus valores. Aspectos como la posibilidad de trabajar en un esquema híbrido, oficinas con diseño ergonómico y sustentable, así como la integración de áreas colaborativas y de descanso, son clave para fomentar la creatividad, la productividad y el equilibrio entre la vida laboral y personal”, dijo.

Bases del diseño

Para la firma especializada en mobiliario y arquitectura, Steelcase, existen cinco tipos de espacios característicos del diseño basado en la comunidad:

Centro de la ciudad: como espacios sociales en donde se construyen vínculos.
Vecindarios: base de operaciones para individuos y equipos.
Centro de negocios: espacios compartidos en donde poder intercambiar ideas y colaborar.
Parques urbanos: Destinos comunitarios en donde tomar un respiro.
Distrito universitario: Espacios dedicados al aprendizaje individual y grupal.

Anuar Said, design manager de Steelcase, remarcó que estos diferentes pilares también pueden aplicarse en los lugares de trabajo para que se conviertan en generadores de cultura.

“Uno de los principales impactos que hemos identificado es el sentido de pertenencia que motiva a los empleados a regresar a sus oficinas, lo cual ha tenido un efecto positivo tanto en su bienestar como en su productividad”, explicó.

Para los expertos, en el proceso de creación de oficinas con sentido de comunidad se deben anticipar desafíos y optimizar recursos, con el objetivo de asegurar que las necesidades del negocio y de los colaboradores se alineen con el diseño final.