1018063 La mujer llegó en un deportivo al aeropuerto para recoger a su esposo, pero él venía del brazo de una mujer astuta, caminando con arrogancia
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Las mejores películas de acción de la historia
‘Ong-Bak (2003)’
En el nuevo milenio, la capacidad de los cineastas para eliminar digitalmente los cables de soporte cambió los parámetros en pantalla de la coreografía de artes marciales, posiblemente para peor. Pero si Hong Kong y Hollywood habían perdido un poco el norte, en Tailandia seguían haciendo las cosas a la antigua usanza. Phanom Yeerum -también conocido como Tony Jaa en los territorios de habla inglesa- combinaba la agilidad felina de Jackie Chan y la punzante habilidad cuerpo a cuerpo de Jet Li, con su propio estilo de destrucción influenciado por el Muay Thai.
No hay cables ni CGI a la vista mientras derriba a los malvados que robaron la estatua de Buda de su aldea, y si le falta cierta presencia interpretativa, su fluidez al estilo parkour lo compensa con creces.
‘Terminator’ (1984)
Durante un tiempo, Terminator fue la película más taquillera de todos los tiempos en términos de relación coste-beneficio (desde entonces ha sido superada por El proyecto de la bruja de Blair). Desde luego, no se rodó a por poco-6,4 millones de dólares era una buena cantidad en 1984-, pero James Cameron consiguió exprimir al máximo cada mísero dólar. Así que, aunque carece de la elegancia, el estilo CG y el gran alcance de su sucesora (que se sitúa en esta lista en un lugar realmente impresionante aún por llegar), podría decirse que Terminator tiene la ventaja en garra, peso e intensidad.
Si añadimos el hecho de que fue obra de un cineasta que sólo tenía una película en su haber (la desastrosa Piraña, segunda parte, de 1981), el resultado es algo realmente impresionante: un gran éxito contra todo pronóstico que lanzó las carreras de dos hombres que, en la década siguiente, reescribirían por completo las reglas de la acción.
‘Cara a Cara’ (1997)
¿Qué te parece esta premisa para una película convencional? Un policía redefine el concepto de “infiltración” injertándose quirúrgicamente la cara de un cerebro criminal en su propia cabeza, una táctica que resulta contraproducente cuando dicho criminal le roba la cara y se mete en la cama con su mujer. Parece absurdo, si no una auténtica locura. Además, los dos protagonistas están interpretados por Nicolas Cage y John Travolta. Veinticinco años después, sin embargo, uno desearía que el Hollywood contemporáneo tuviera las agallas de intentar algo tan disparatado.