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10 errores al alquilar una vivienda que cometen los inquilinos
Si vas a entrar a vivir como arrendatario, conocer estas cuestiones puede evitarte numerosos problemas en el futuro

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Eduardo G. Martínez (Colaborador de idealista news)
25 Diciembre 2024, 10:00
Hay que tener en cuenta y prestar atención a numerosos detalles para que alquilar una vivienda no se convierta en una pesadilla o un problema. Redactar un contrato de alquiler impreciso, entregar una fianza que no corresponde o aceptar cláusulas sin leerlas, son solo algunos de los fallos más comunes.
Si vas a convertirte en inquilino, sigue leyendo este artículo. Te mostramos 10 errores que cometen los arrendatarios y la forma de evitarlos para que tu estancia sea lo más cómoda posible.
- Firmar el contrato de alquiler sin haber visitado la vivienda
- Pactar un contrato verbal y no por escrito
- No hacer inventario al entrar en la vivienda de alquiler
- No leer las cláusulas del contrato de arrendamiento
- Pagar más fianza de la debida
- No informar de los problemas asociados al mantenimiento
- No conocer los plazos de preaviso para rescindir el contrato
- Desconocer el reparto de gastos vinculados al alquiler
- Desechar la contratación de un seguro para inquilinos
- No obtener el certificado de inquilino no moroso
Firmar el contrato de alquiler sin haber visitado la vivienda
Firmar un contrato de alquiler sin haber visitado el piso entraña un gran riesgo. Pese a que las fotografías y la descripción del inmueble parezcan verídicas, la realidad puede ser completamente distinta. Hacerlo podría suponer tener que vivir de alquiler en un piso deteriorado o tener que pagar una indemnización al arrendador por rescindir el contrato antes de tiempo.
Aunque el piso esté alquilado a otro inquilino y/o no puedas entrar a verlo, es mejor esperar que llevarte una sorpresa desagradable. Lo que puede parecer a priori una forma de ahorrar tiempo y acceder a una vivienda que cumple con tus expectativas, puede convertirse en todo lo contrario.
Pactar un contrato verbal y no por escrito
Aunque la ley permite alquilar una vivienda mediante un contrato verbal, esto es cuanto menos peligroso. Si no hay pruebas por escrito de las condiciones del alquiler, cada una de las partes puede tirar por donde más le convenga. Por ejemplo, en disputas sobre el pago de la renta o sobre alguna cláusula, como la aceptación de meter mascotas en la vivienda.
Cuanto más preciso sea el contrato de alquiler, menos riesgos corren tanto inquilino como propietario.
Si no tienes un contrato, en idealista puedes descargar todos los modelos actualizados en PDF o en Word.
No hacer inventario al entrar en la vivienda de alquiler
Para dejar pruebas del estado de la vivienda antes de entrar, los arrendadores deberían adjuntar en el contrato de alquiler un inventario fotográfico que refleje la situación del inmueble y sus enseres.
Como inquilino, debes comprobar si el inventario se ajusta con la realidad y elaborar uno propio. De este modo, en caso de disputa, tendrás pruebas con las que defenderte.
No leer las cláusulas del contrato de arrendamiento
Las cláusulas de los contratos de alquiler establecen las condiciones de funcionamiento y las normas básicas no contempladas en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) sobre cuestiones específicas. Por ejemplo, el poder fumar en la vivienda, la tenencia de mascotas, el plazo para pagar la renta, la indemnización en caso de rescisión anticipada, etc.
Firmar el contrato sin leer las cláusulas es una temeridad. Si el inquilino incumple alguna, podría verse fuera del piso sin poder hacer nada para remediarlo.
Pagar más fianza de la debida
Por ley, la fianza que se le debe pagar al arrendador por el alquiler de una vivienda habitual es de un mes. Si te piden más, no tienes que pagarla y, de hecho, es ilegal.
Sin embargo, el arrendador te podría solicitar hasta dos meses más de renta anticipada como garantía adicional. Es importante que se establezca la diferencia entre lo pagado como fianza y como garantía en el contrato.

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No informar de los problemas asociados al mantenimiento
Por vergüenza o temor, muchos inquilinos no informan al propietario de los desperfectos que aparecen en el piso, lo que los agrava con el tiempo.
Si te ocurre, lo mejor es informar al propietario de la avería o el problema cuanto antes. La reparación del desperfecto recaerá en el inquilino o en el casero en función de su naturaleza, origen o el coste de arreglarlo.
No conocer los plazos de preaviso para rescindir el contrato
Para terminar con el alquiler, las partes deben avisar a la otra cumpliendo unos plazos. De no hacerlo, el contrato de alquiler podría prorrogarse o renovarse automáticamente, lo que puede ser perjudicial para ambas partes.
Conviene saber que el inquilino podrá finalizar el contrato si preavisa al arrendador con 30 días de antelación antes de la fecha de renovación anual. Además, podrá hacerlo pasados seis meses desde el inicio del contrato, aunque podrá tener que pagar una indemnización en función de si se contempla esta posibilidad en el contrato.
Desconocer el reparto de gastos vinculados al alquiler
Asumir que ciertos servicios están incluidos en el precio del alquiler es otro de los errores que suelen cometer.
Antes de firmar el contrato, las partes deben pactar cómo se reparten los gastos. Infórmate sobre cuestiones como quién paga la tasa de basuras, quién se hace responsable de la cuota de comunidad, quién asume el gasto del agua, la luz o el wifi, o quién paga el IBI.
Desechar la contratación de un seguro para inquilinos
Estas pólizas poseen algunas de las garantías que cubren los seguros de hogar al uso, pero se adaptan a las necesidades de protección que pueda requerir un inquilino y su familia en una vivienda alquilada.
Por ejemplo, los seguros de hogar para inquilinos cuentan con un seguro de responsabilidad civil u ofrecen vivienda de sustitución si la alquilada se vuelve inhabitable.
No obtener el certificado de inquilino no moroso
Dada la alta competencia existente en el mercado del alquiler, lo frecuente es que haya decenas de interesados en el mismo piso. Uno de los errores más frecuentes es no destacar tu perfil como inquilino fiable. Hacerlo podría ayudarte a conseguir la vivienda que deseas y que no se la cedan a otra persona.
Conseguir este certificado que valoran muy positivamente los arrendadores es sumamente sencillo y rápido. Puedes acceder al trámite en este enlace.