MIRA LA RESEÑA DE LA PELÍCULA DEL PRÓXIMO EPISODIO
Santa Eulalia de Bóveda, el templo romano más misterioso de España y único en el mundo
Pese a que las investigaciones comenzaron casi hace un siglo, el enigma en torno a este vestigio del pasado sigue siendo indescifrable

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Eduardo G. Martínez (Colaborador de idealista news)
20 Septiembre 2024, 6:01
Hispania fue uno de los territorios más importantes para la antigua Roma. Controlar la península ibérica les abrió la puerta a África y les proporcionó metales que en Italia eran escasos, como el oro, la plata o el cobre. Además de que fue cuna de algunos de los mejores emperadores (Trajano y Adriano).
Fe de este relevante papel dan los numerosos yacimientos y restos arqueológicos romanos que se hallan diseminados por España. Pero de ellos, quizás hay uno que destaca sobre el resto debido al misterio que se cierne sobre él. Se trata del templo romano de Santa Eulalia de Bóveda, único en el mundo.

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Este edificio romano se halla a 14 kilómetros de Lugo capital y sigue siendo todo un misterio, pese a que se ha investigado desde hace casi un siglo. A grosso modo, se trata de un santuario tardo-romano del siglo III ubicado en la parroquia de Santalla de Bóveda de Mera, a 14 kilómetros de la antigua Lucus Augusti (Lugo).
Fue descubierto por puro azar en 1926 por José María Peinado, un párroco de la localidad, debido al estado que presentaba el suelo de la iglesia en la que oficiaba. El suelo ocultaba una estructura abovedada similar a una basílica de tres naves, con una piscina en su parte central. En 1931, el templo fue declarado Monumento Cultural; en 1996, como Bien de Interés Cultural.
En los muros y en la cubierta se hallaron frescos y motivos de elementos vegetales y aves, algo que sigue desconcertando a los expertos a día de hoy. Se cree que el templo estaba dedicado a la diosa Cibeles, arquetipo de la ‘Madre Tierra’, y que fue reconvertido al culto de Santa Eulalia, una santa cristiana que padeció el martirio en la ciudad de Augusta Emerita (actual Mérida).
Respecto a su arquitectura, el templo Santa Eulalia de Bóveda, el más misterioso de España y ‘unicum’ en el mundo, consta de una sala de planta rectangular, cubierta por una bóveda de cañón, en la que hay una pequeña piscina en el centro.
En el exterior del templo hay un pequeño atrio con dos columnas que precede a la fachada, en la que se abre una puerta con arco de herradura, el arco de este tipo más antiguo de España como elemento estructural.
El santuario fue concebido con dos plantas, pero solo se conserva la inferior, que casi permanece en su concepción original salvo por la parte central de la bóveda. Esta se perdió cuando se demolió la antigua capilla cristiana que ocupó el piso superior.

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Del nivel superior permanece únicamente la parte del muro que da comienzo a la bóveda. Cuando funcionaba como templo romano, hay quien cree que la segunda planta actuaba como Taurobolio, una sala dedicada al sacrificio de toros y que permitía la caída de la sangre del animal sobre la piscina de la planta inferior.
Tras el sacrificio, los sacerdotes descendían por una escalera portando los órganos sexuales del toro y los colocaban en las hornacinas que existían en los muros de la cripta, a ambos lados de la piscina. Cabe destacar que eran muy comunes los sacrificios de animales en la antigua Roma y su objetivo principal era agradar a los dioses, además de prever el futuro, ya que los arúspices examinaban las entrañas del animal con fines adivinatorios.
Durante la antigüedad, especialmente entre los siglos II y III, el bautismo de sangre arraigó con fuerza en las creencias de la época. Y, por ello, algunos teorizan que este santuario se construyó con tal fin. Este rito fue prohibido con la adopción del cristianismo, por lo que la segunda planta del templo de Santa Eulalia de Bóveda se convirtió en capilla y la planta baja en cripta.
Por otro lado, las aves también podían sugerir el devenir del destino. Los augures predecían el futuro examinando el vuelo, el canto y la manera de comer de las aves. Quizá por ello es que en el interior de la cripta del templo hay un conjunto mural, el más importante de España en este ámbito, cuya representación pictórica hace referencia a la relación que las aves y sus cantos tenían con el santuario y su papel como oráculo.

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En este conjunto mural hay perdices, faisanes, gallinas, pavos reales, palomas, un ganso y un pato, entre motivos vegetales que representan el árbol sagrado de Atis (el amante de Cibeles), el pino y su fruto. Las pinturas murales inferiores desaparecieron cuando el santuario se cristianizó y se cree que eran referencias a los misterios de la diosa.
El templo Santa Eulalia de Bóveda es único, único de verdad. Debido a lo atípico de sus características y la mezcolanza de elementos y estilos, han surgido infinidad de teorías sobre su origen, fecha y las modificaciones que experimentó a lo largo de los siglos.

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Pese a las investigaciones que se han llevado a cabo y que casi comenzaron hace un siglo, el misterio en torno a este vestigio del pasado sigue siendo indescifrable en al actualidad. Las numerosas incompatibilidades entre distintos estilos y características de arte de distintos pueblos no hacen sino aumentar el enigma del santuario.
Unos baños, un ninfeo, un santuario dedicado a Cibeles o a Prisciliano o un templo funerario en honor a Dionisio, todo son teorías e hipótesis. De todas ellas, quizá la más aceptada sea que fuera originalmente un ninfeo construido entre los siglos III y IV dedicado a algún dios pagano —probablemente la diosa Cibeles—, convertido posteriormente en iglesia cristiana.

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Pero los secretos del templo Santa Eulalia de Bóveda aún siguen encerrados en los ecos del pasado, aguardando ser revelados.