MIRA LA RESEÑA DE LA PELÍCULA DEL PRÓXIMO EPISODIO
Así es el nuevo Museo del Día D en Normandía dedicado a la Segunda Guerra Mundial

Museo del Día DAntoine Cardi

Vicent Selva (Colaborador de idealista news)
6 Septiembre 2024, 6:01
Los museos de memoria juegan un papel esencial en la preservación y transmisión de la historia, especialmente en relación con eventos tan impactantes como la Segunda Guerra Mundial. Estos espacios no solo funcionan como guardianes de objetos históricos, sino que también actúan como plataformas educativas que invitan a la reflexión sobre las lecciones del pasado. En particular, los museos dedicados al Día D, como el recientemente rediseñado Museo del Día D en Normandía (Francia), son fundamentales para mantener viva la memoria de los sacrificios realizados durante uno de los momentos más críticos del conflicto. Estos museos, al ubicarse en escenarios históricos auténticos, permiten a los visitantes conectarse directamente con los eventos que conmemoran, combinando la experiencia visual con una profunda carga emotiva.

Vistas a la playaAntoine Cardi
Un espacio museológico abierto al entorno
El renombrado estudio francés Atelier Projectiles ha llevado a cabo un impresionante proyecto arquitectónico al diseñar el nuevo Museo del Día D en Normandía. Este edificio, completamente acristalado y sostenido por una estructura de hormigón, se erige como un tributo moderno al histórico desembarco del Día D, uno de los eventos más conocidos de la Segunda Guerra Mundial. Fundado originalmente en 1954, este museo fue el primero en conmemorar este crucial episodio bélico, y hoy, desde su nueva estructura, ofrece vistas impresionantes de una de las playas donde desembarcaron las fuerzas aliadas.

Exoesqueleto de hormigónAntoine Cardi
Atelier Projectiles tenía como objetivo fundamental crear un espacio lo más abierto posible al entorno, de manera que la arquitectura del museo no solo protegiera los objetos en su interior, sino que también honrara el paisaje circundante. La fachada del edificio, totalmente acristalada, permite que la luz natural inunde los interiores de hormigón visto, evocando así los restos del puerto artificial que se construyó en la costa cercana para facilitar el desembarco. Según el estudio de arquitectura, “la relación del museo con el territorio es fundamental”. Este enfoque convierte al museo en un observatorio, permitiendo a los visitantes conectarse directamente con el lugar donde ocurrió uno de los momentos más importantes de la guerra.

Diálogo interior exteriorAntoine Cardi
Mucho más que un contenedor de piezas
El diseño del museo no se limita a su función como contenedor de piezas y artefactos, sino que se integra de manera dinámica con el entorno, formando parte de un sistema museístico más amplio que se extiende a lo largo de la costa de Normandía. Este enfoque territorial no solo refuerza la conexión entre el edificio y su entorno, sino que también ofrece una experiencia inmersiva que va más allá de las paredes del museo.

Eje cronológicoAntoine Cardi
Al acercarse al museo, los visitantes ingresan por la emblemática plaza del 6 de junio de 1944, encontrando la fachada del edificio protegida por una esbelta columnata de hormigón de ocho metros de altura. Este “exoesqueleto” de hormigón no solo define el aspecto exterior del museo, sino que también actúa como un elemento funcional y estético. Desde el estudio explican que la explanada frente al museo es “un espacio ideal para contemplar el espectáculo de la marea”, que revela los vestigios históricos de las gradas utilizadas durante el desembarco.

Espacios museo cerradosAntoine Cardi
El interior del museo está diseñado con un concepto espacial que hace referencia a los elementos históricos utilizados en la construcción de los puertos de Mulberry, como los rompeolas Phoenix. Esta “fractura longitudinal” en cada nivel del museo guía a los visitantes a través de un recorrido cronológico que comienza en espacios más comprimidos, simulando la sensación de tensión y claustrofobia de los días de la guerra, y que gradualmente se abren para ofrecer amplias vistas de la playa, culminando en una terraza en la azotea. Desde este punto, los visitantes pueden disfrutar de una visión panorámica tanto del océano como del pueblo, uniendo pasado y presente en un solo vistazo.

Esbelta columnataAntoine Cardi
La disposición del museo también juega con la idea de la disolución de los límites entre el interior y el exterior. En la planta baja, los espacios públicos se extienden hacia adentro, creando una continuidad con la plaza y la calle. En el nivel superior, las colecciones del museo dialogan con el paisaje exterior, generando un intercambio entre la historia y el entorno natural. Finalmente, al llegar a la azotea, la estructura arquitectónica se desvanece, permitiendo una confrontación directa con el sitio histórico.
AudiovisualesAntoine Cardi