MIRA LA RESEÑA DE LA PELÍCULA DEL PRÓXIMO EPISODIO
Una vivienda con oficina propia y llena de color en Los Ángeles
La conocida como Casa Atwater es un proyecto de largo recorrido creado por una pareja de arquitectos. La residencia familiar tiene 174 m2, tras varias ampliaciones

Casa AtwaterYoshihir Makino y HANA

Vicent Selva (Colaborador de idealista news)
3 Septiembre 2024, 6:01
En la arquitectura residencial, la creación de un hogar es a menudo un proceso continuo que refleja los cambios en las necesidades y estilos de vida de sus habitantes. Para algunos, la construcción de una casa no es un proyecto con un inicio y un final definidos, sino un proceso evolutivo que se desarrolla durante años o incluso décadas. Este enfoque permite que la casa crezca y cambie con sus propietarios, añadiendo nuevas características y elementos a medida que surgen nuevas necesidades y deseos. Como ejemplo podemos hablar de la Casa Atwater en Los Ángeles, un proyecto de largo recorrido creado por una pareja de arquitectos que ha transformado su hogar a lo largo de dos décadas.

Transformación gradualYoshihir Makino y HANA
La evolución del hogar a lo largo de décadas
En Los Ángeles, una pareja de arquitectos ha dedicado las últimas dos décadas a la creación de su hogar familiar, conocido como la Casa Atwater. Rebecca Rudolph, cofundadora del estudio de arquitectura Design, Bitches, y su esposo Colin Thompson, arquitecto en Gensler, compraron en el año 2000 un modesto bungalow en el barrio de Atwater Village por unos 150.000 dólares. La casa, de tan solo 46 m2 se encontraba en mal estado y estaba situada en un terreno largo y estrecho.
Sin embargo, la visión de la pareja y su enfoque de una remodelación gradual han transformado completamente esta propiedad a lo largo de los años. Hoy en día, cuenta con 174 m2 de espacio habitable, junto con una oficina independiente de 26 m2.

Sala de estarYoshihir Makino y HANA
Los primeros cambios significativos en la propiedad incluyeron la conversión de un garaje en una oficina independiente en 2004 y la adición de una ampliación en 2006. A medida que la familia crecía, también surgió la necesidad de más espacio. En lugar de simplemente agregar un segundo nivel a la estructura existente, la pareja decidió reemplazar el edificio original con una nueva estructura de dos plantas, ya que la estructura original no podía soportar el peso adicional.
La nueva estructura fue diseñada para ofrecer una distribución fluida de los espacios, donde las áreas interiores y exteriores se conectan de manera armónica. “El resultado es una casa que favorece la abundancia de luz natural y la sensación de estar entre los árboles“, explica el equipo. Para lograr este efecto, las paredes exteriores de la casa están revestidas con paneles de fibrocemento en un tono azul verdoso, y se añadieron dos ventanas redondas que aportan un toque distintivo y exuberante al diseño. A lo largo de las fachadas sur y norte, se incorporaron largas extensiones de vidrio que permiten la entrada de abundante luz natural, complementadas por un monitor de luz en el techo que ilumina el interior.

Materiales y naturalezaYoshihir Makino y HANA
Equilibrios y proporciones en su interior
En el interior, la casa se caracteriza por proporciones cuidadosamente estudiadas que equilibran la fluidez de los espacios abiertos con áreas más íntimas para la reflexión y el retiro. “Era importante que los techos tuvieran la altura adecuada para las habitaciones y que los espacios fluyeran unos con otros, pero dejando espacio para rincones acogedores y zonas para estar a solas”, señala el equipo.

Vivir entre los árbolesYoshihir Makino y HANA
La planta baja alberga una cocina y un comedor en la nueva estructura, mientras que el anexo de 2006 incluye una sala de estar y el dormitorio principal. En la planta superior, se han creado dos dormitorios para los hijos de la pareja, divididos por un muro no estructural que puede retirarse en el futuro para convertir el espacio en un dormitorio principal.

Distribución de los espaciosYoshihir Makino y HANA
La Casa Atwater también incluye un tejado vegetal sobre la ampliación de 2006, donde la pareja ha experimentado con diferentes tipos de plantas a lo largo del tiempo, desde vegetación autóctona hasta hortalizas y suculentas. El uso de materiales eclécticos a lo largo de las dos últimas décadas ha resultado en un hogar que, aunque ha evolucionado con el tiempo, mantiene una coherencia en su diseño. “Todos los materiales comparten alguna combinación de durabilidad, singularidad y terrenalidad o conexión con la naturaleza“, comenta el equipo.

Estructura de dos plantasYoshihir Makino y HANA
A pesar de las múltiples reformas, la pareja continúa viendo la casa como un proyecto en desarrollo. “Los planos siguen evolucionando a día de hoy“, afirman, destacando que la Casa Atwater es, en muchos sentidos, una obra de arte en constante transformación.
Paredes revestidas de fibrocementoYoshihir Makino y HANA