El Porsche 911 Carrera, la versión más básica y menos potente del 991, se enfrenta al Shelby GT350 en una emocionante serie de arrancones. ¿Podrá la ingeniería alemana superar la potencia bruta americana? Este enfrentamiento pone a prueba la eficiencia del motor bóxer biturbo de 3.0 litros y 394 caballos de fuerza del Porsche contra el rugido del V8 atmosférico de 5.2 litros del Shelby, potenciado a 600 caballos.
El Porsche 911 Carrera cuenta con una transmisión automática PDK de ocho velocidades y doble embrague, además del control de lanzamiento. Con un peso de 1520 kg, se presenta como un contendiente ágil y preciso.
Por otro lado, el Shelby GT350, con su motor V8 que originalmente entrega 526 caballos de fuerza, ha sido modificado para alcanzar los 600 caballos y un torque de 597 Nm. Su transmisión manual de seis velocidades y tracción trasera, combinadas con un peso de 1668 kg, prometen una experiencia de conducción visceral.
Porsche 911 Carrera en la pista
La diferencia de potencia es evidente, pero la precisión del control de lanzamiento del Porsche podría ser la clave para una victoria. El Shelby, con su transmisión manual, dependerá de la habilidad del piloto para domar su potencia y lograr una salida eficiente.
El rugido del V8 del Shelby GT350 es imponente, una muestra de la potencia bruta que yace bajo el capó. El escape modificado amplifica aún más su sonido, creando una experiencia auditiva inigualable.
Shelby GT350 rugiendo en la pista
La primera prueba consiste en un arrancón desde cero. El Porsche, con su control de lanzamiento, toma una ligera ventaja inicial. El Shelby, a pesar de su mayor potencia, lucha por encontrar tracción, lo que permite al Porsche mantener su liderazgo.
Arrancón entre Porsche 911 y Shelby GT350
En la siguiente prueba, se realiza un arrancón con salida lanzada. El Shelby, con su mayor potencia en las marchas altas, comienza a recuperar terreno. Sin embargo, la agilidad del Porsche y la eficiencia de su transmisión PDK le permiten mantener una ventaja, aunque mínima.
A pesar de la diferencia de potencia, el Porsche 911 Carrera logra imponerse en las pruebas de aceleración, demostrando la eficiencia de su ingeniería y la precisión de su control de lanzamiento. El Shelby GT350, con su rugido imponente y potencia bruta, ofrece una experiencia de conducción emocionante, pero no logra superar la precisión del Porsche.
Porsche 911 Carrera cruzando la línea de meta
La prueba final es una frenada desde 160 km/h. Ambos vehículos demuestran una excelente capacidad de frenado, con distancias de parada sorprendentemente cortas. Esta prueba destaca la importancia de un sistema de frenos eficiente en vehículos de alto rendimiento