MIRA LA RESEÑA DE LA PELÍCULA DEL PRÓXIMO EPISODIO
BMW mantendrá uno de sus motores más deseables. Oriente Medio y América son los responsables

11 feb. 2025 13:41h.Compartir
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No todos los lugares del mundo son Europa ni tienen su normativa, así que allí se pueden mantener con vida los motores V8 sin reemplazarlos por híbridos.
El mundo del automóvil parece haberse vuelto loco por los coches eléctricos, al menos desde las altas esferas. Sin embargo, esta no es una situación global. Se circunscribe, básicamente, a Europa y una Unión Europea que tiene objetivos bonitos sobre el papel, pero difíciles de hacer realidad. Es por eso que en otros mercados las marcas se pueden mantener fieles a la combustión, como es el caso de BMW.
Lo cierto es que la marca alemana ha apostado bastante fuerte, como la mayoría de sus rivales, por la electrificación, obligada en gran parte por la normativa.
En sus nuevos lanzamientos prácticamente todos los modelos cuentan con una gama mecánica base de motores térmicos con tecnología microhíbrida, lo que les hace valedores de la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT), muchos también tienen versiones híbridas enchufables y la Neue Klasse va a continuar el camino de sus coches eléctricos.
Sin embargo, la firma bávara es consciente de la realidad del mercado de los modelos de cero emisiones y tiene previsto actuar en consecuencia, como han dejado claro varios miembros de su junta directiva.
El primero de ellos ha sido Frank Weber, quien, hablando con Automotive News, ha expresado como hay que tener en cuenta las diferencias que existen entre los distintos mercados, algo que hay que sopesar a la hora de elegir una línea de acción.
En concreto, se refirió a Europa, Estados Unidos y Oriente Medio, como lugares en los que no se pueden aplicar las mismas soluciones.
“Hay mercados como Estados Unidos y Oriente Medio en los que no se pueden reemplazar los motores V8 por sistemas híbridos con motores de seis cilindros en línea. No se trata de rendimiento. Son comparables en términos de aceleración, pero a los clientes les gusta la suavidad, el sonido y la sensación de un V8”, explicaba.
Para, a continuación, realizar una afirmación que sacará la sonrisa a los seguidores más acérrimos de la compañía: “Continuaremos ofreciendo motores V8”. Así, aunque en Europa la causa está perdida, al menos en otras partes del globo podrán seguir disfrutando de uno de los motores más queridos.
También se ha pronunciado otro miembro de la junta directiva, Jochen Goller, quien ha hablado con el Financial Times acerca de los coches eléctricos y de la situación del mercado estadounidense.
Ha señalado que existe la posibilidad de que las ventas de modelos de cero emisiones desaceleren en EE.UU., pero que son optimistas respecto al rendimiento tanto de sus vehículos de combustión interna como de los híbridos enchufables.
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En este punto, de la tríada de marcas premium alemana, BMW ha sido la que más a diversificado la oferta mecánica, con tanto Audi como Mercedes apostando más por los coches 100% eléctricos, una dirección que en los últimos meses han tenido que reconducir hacia unos PHEV que son vistos como una alternativa más versátil.
Además, respecto a la situación de Estados Unidos, con Donald Trump anunciando aranceles para los países pertenecientes a Europa, apunta no estar preocupado porque la mayoría de los automóviles que venden allí se fabrican de manera local, así que las nuevas tarifas no les afectarán en demasía.
Por último, también resulta interesante su valoración sobre cómo diseñan los eléctricos en la casa bávara.
Y es que, en sus orígenes, cuando concibieron el BMW i3 original, pensaron que un modelo con una mecánica de cero emisiones necesariamente tenía que tener una estética diferenciadora que dejara clara su naturaleza. Sin embargo, quedó claro que ese enfoque no fue el correcto.
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“Anticipamos que la gente no querría ser discriminada por el tren motriz. Hemos seguido el camino que otros están siguiendo ahora”, sentencia Goller.
Fue un “mal” común a los primeros coches eléctricos, para los que la mayoría de marcas decidió que había que diferenciarlos, con diseños que a menudo eran raros o como mínimo peculiares. Esto, sumado al hecho de que la tecnología no estaba suficientemente madura, supuso unas ventas muy pobres que retrasaron la adopción de estos vehículos.
Actualmente esa tendencia se ha superado y, tanto BMW como otros rivales, diseñan todos sus coches para que tengan una imagen similar, aunque muestren peculiaridades específicas, sin importar el tipo de sistema de propulsión que utilicen.