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Solo un brazo para volante e intermitentes: así detuvo la Guardia Civil a un conductor de 85 años

Cristina Pérez Odriozola

2 feb. 2025 8:00h.Compartir

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El conductor, de 85 años y con minusvalía, conducía una furgoneta con un solo brazo, y sin adaptar el vehículo a su discapacidad física. 

A medida que nos hacemos mayores y envejecemos, algunas tareas cotidianas como conducir se pueden volver más complicadas, sobre todo porque las capacidades cognitivas y físicas van disminuyendo. Sucede lo mismo con las personas con discapacidad que, si no adaptan la conducción a su condición, podrán sufrir consecuencias. Esto es lo que le ha sucedido a un señor de 85 años. 

Este mismo martes la Guardia Civil interceptó a un hombre de 85 años en el municipio ourensano de Toén conduciendo una furgoneta sin adaptar a su condición física. El señor conducía el vehículo con un sólo brazo, teniendo en cuenta que le falta el brazo derecho. 

En este caso, conducía cambiando de marchas con el brazo izquierdo, una maniobra que puede ser realmente peligrosa, sobre todo en un país como España en el que el volante está situado en el lado izquierdo del vehículo, y la caja de marchas en el lado derecho. 

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La Guardia Civil de Tráfico se percató de lo que estaba ocurriendo en el momento en el que vieron que la furgoneta no se situaba a la derecha en las curvas, así como tampoco en las rotondas, ni tampoco accionaba los intermitentes cuando iba a cambiar de dirección. 

Por su parte, cuando el conductor iba a aumentar o disminuir la velocidad, tenía que soltar el volante y coger la palanca de cambios con la mano izquierda. Las autoridades declararon que, desde la Central de Tráfico, habían recibido varias llamadas alertando de una furgoneta que conducía por el medio de la calzada, y tampoco utilizaba los intermitentes. 

En este sentido, gracias a las llamadas del resto de usuarios de la vía, la patrulla de la Guardia Civil pudo localizar al conductor. Ante lo sucedido, los agentes realizaron varias denuncias, tanto por incumplir la normativa de tráfico, como por circular con un vehículo sin adaptar a su condición física. 

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De acuerdo con Mapfre, en España hay aproximadamente unas 60.000 personas con discapacidad, las cuales necesitan adaptar su coche para poder circular con independencia y abogando por la seguridad vial. 

Pero, antes de nada, cabe aclarar que no sólo existen personas con discapacidad física, como puede ser el caso del señor que acabamos mencionar, a quien le faltaba un brazo, sino que también podemos hablar de discapacidades auditivas o psíquicas. Es decir, existen muchos tipos y grados de discapacidad. 

La movilidad reducida está regulada por ley, y se establecen 7 grados de minusvalía, en los que se contemplan a personas que se mueven en silla de ruedas, o aquellas que necesitan muletas para caminar, entre otros. 

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Las personas con discapacidad pueden utilizar un coche de dos formas: como pasajeros, con un conductor designado, o conduciendo ellas mismas con los permisos y adaptaciones necesarias. El Reglamento General de Conductores establece qué condiciones médicas requieren adaptaciones y qué restricciones aplican para obtener una licencia.  

Existen dos tipos de vehículos adaptados: aquellos ya modificados de fábrica y los que se adaptan posteriormente en talleres homologados según un informe médico. Tras la adaptación, el vehículo debe pasar la ITV para garantizar su cumplimiento normativo.  

Las modificaciones pueden ser de accesibilidad, como rampas, plataformas elevadoras o sistemas de transferencia para facilitar la entrada y el almacenamiento de sillas de ruedas. También existen adaptaciones para la conducción. 

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Este es el caso de los controles manuales que sustituyen los pedales o telemandosc multifunción para personas con movilidad reducida en brazos.  Además, hay ayudas económicas para la compra y adaptación de estos vehículos, así como beneficios fiscales y permisos especiales para estacionamiento. 

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 Renovar el carnet de conducir es un trámite un tanto tedioso, sobre todo cuando eres más mayor, ya que el periodo de renovación se va haciendo cada vez más corto, teniendo en cuenta que, a más edad, menor capacidad de conducción tendrás.

Ahora, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado que, para ayudar económicamente a las personas de más de 70 años, no tendrán que abonar la tasa correspondiente a la hora de renovar el permiso de conducción. 

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Cuando un conductor cumple los 65 años, tiene que renovar el carnet cada 5 años, por lo que deberá realizar varios trámites, incluyendo el reconocimiento médico obligatorio. Si lo supera, recibirá el carnet provisional, hasta finalmente recibir el permiso definitivo. 

Con esta nueva medida de la DGT, más de 5 millones de conductores no pagarán por renovar su carnet de conducir, teniendo en cuenta que alrededor de 5,2 millones de personas en España tienen más de 65 años. 

Si tienes esta edad, deberías dejar de conducir 

Un estudio realizado por la Fundación Mapfre y el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona asegura que “el deterioro cognitivo progresivo se manifiesta inicialmente por una pérdida de la memoria lentamente evolutiva, que afecta principalmente a la memoria de fijación, y más tarde se extiende también a los recuerdos del pasado lejano”. 

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En este sentido, la pérdida del control cognitivo, unido al deterioro psicomotor, “impide realizar las habilidades de la conducción y permite, por tanto, una mayor vulnerabilidad frente a las incidencias en el tráfico”. 

Según el estudio mencionado, la demencia y, en particular el Alzheimer, se incrementa cuando nos hacemos mayores. “El 10% de la población mayor de 65 años sufre enfermedad de Alzheimer y esta cifra asciende al 32-47% en la población mayor de 85 años, siendo esta franja la de mayor riesgo al volante”, asegura. 

“Estos conductores sufren cinco veces más accidentes de tráfico que las personas de edad avanzada sanas”, añade. Por ello, que las personas de edad avanzada y con demencia sigan conduciendo es algo que preocupa, ya que “la mitad de los pacientes con demencia han tenido como mínimo un accidente antes de dejar de conducir”.

En definitiva, el estudio señala que las personas de 75 años deberían dejar de conducir. Esto, por supuesto, es una recomendación, no una obligación, por lo que habría que evaluar caso por caso en función de cada persona. 

En cualquier caso, se aconseja que, a partir de cierta edad, los conductores viajen acompañados, así como tampoco viajen en horas puntas, de noche y con condiciones meteorológicas adversas, ya que puede ser peligroso.