MIRA LA RESEÑA DE LA PELÍCULA DEL PRÓXIMO EPISODIO
Es de los pocos urbanos de gasolina que quedan. Probamos el Kia Picanto 1.2 con cambio automático



22 ene. 2025 8:00h.Compartir
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Esta generación apareció en 2017, aunque se ha adaptado a los tiempos que corren. Ahora, el nuevo Kia Picanto estrena imagen. Probamos la versión 1.2 automática.
Cuando miro al Kia Picanto de esta prueba, no puedo evitar trasladarme unos años atrás, cuando había urbanos a patadas. Todas las marcas tenían un modelo en el segmento A que, en su apogeo, se ofrecía con mecánicas de gasolina y hasta diésel.
Un dato que lo ilustra: en 2018 había 32 variantes para escoger de entre todas las marcas y modelos y ahora apenas sobreviven 17.
Por eso, sus principales rivales se pueden contar con los dedos de una mano: Toyota Aygo X (lee aquí la prueba), Fiat Panda o Hyundai i10; todos ellos con motores de gasolina y, en el caso del modelo italiano, con un sistema mild hybrid que le permite obtener la pegatina Eco, algo que en este modelo ya no vamos a ver por temas de plataforma.
El Picanto es uno de los veteranos, pues apareció en 2017, aunque ha recibido un par de lavados de cara (este es un poco más intenso, porque no solo cambian la imagen exterior, sino también elementos como el cuadro de relojes o la pantalla central con el sistema multimedia de la marca).
Va bien en cualquier terreno si no le buscas las cosquillas
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En esta ocasión llega con el motor 1.2 (existe una variante con un 1.0 de 63 CV) de 79 CV que le queda bien. Este bloque empuja con alegría en ciudad y te permite avanzar con cierto brío por zonas urbanas e interurbanas, que es donde va a dar lo mejor de sí mismo.
Pero eso no quiere decir que vaya mal en entornos para los que en principio no está pensado. De hecho, durante el tiempo que tuve el coche de pruebas, lo utilicé bastante incluso para hacer algún trayecto fuera de la ciudad con toda la familia y me llevé una agradable sorpresa porque se comporta con una madurez de coche mayor.
En autopista te ofrece una buena calidad de conducción porque pisa bastante bien, aunque a cambio también deja pasar rumorosidad de la rodadura, algo que se nota especialmente cuando el asfalto es rugoso.
En este terreno el motor te deja avanzar a velocidades fluidas sin demasiados problemas y solo el cambio (al que llegaremos en un momento) puede empañar las buenas sensaciones, porque en ocasiones te mantiene la cuarta incluso a 120 y acabas por cambiar manualmente para bajar revoluciones y ruido.
Curiosamente, tampoco va nada mal en una carretera de curvas. Como es pequeño y ligero, avanza con agilidad y la suspensión, más bien dura, contiene los balanceos y cabeceos a la hora de frenar en las curvas (el freno ha demostrado ser un buen aliado por tacto y precisión).
¿Quiere decir que estás ante la prueba de un coche deportivo? Nada de eso, aunque en las fotos vez un modelo GT-Line (que será el 20% de las ventas totales): si vas un poco más rápido, vas a sentir que no está cómodo. Lo que hasta hace nada era aplomo y buenas maneras se va a convertir en subvirajes, balanceos indeseados.
Mejor tomarte las cosas con calma, porque tampoco es especialmente rápido. En ciudad es secundario y apenas lo vas a notar, pero en el apartado de prestaciones en donde vas queda claro que su terreno favorito es entre semáforos.
Por ejemplo, para el 0 a 100 he necesitado 17,2 segundos y he medido unas recuperaciones en el 60 a 100 y 80 a 120 km/h de 9,1 y 12,5, respectivamente: tendrás que pensarte mucho los adelantamientos.
En cuanto al cambio, en Kia han dotado a su pequeño Picanto de la opción manual pilotada que, como siempre en este tipo de transmisiones, se empeña en estropear las buenas sensaciones que te deja este coche.
Te vas a encontrar vacíos de potencia habituales, que se notan demasiado como para que pueda decir que he disfrutado de una conducción suave. De hecho, en ocasiones me he descubierto a mí mismo utilizando el cambio al estilo manual: levantando el pedal del acelerador y cambiando con las levas.
Sin duda es lo único que me sobra de un modelo que por lo demás me ha dejado más que satisfecho, no solo por su dinámica, sino por el buen aprovechamiento interior, con cuatro plazas bastante cómodas, y unos materiales muy decentes que dan muy buena sensación.
En el interior también se ha actualizado el sistema multimedia y el cuadro de relojes. Mientras que este es un sencillo panel digital de buena legibilidad, la pantalla central recibe los gráficos del resto de la gama, aunque seguramente terminarás utilizando Android Auto o CarPlay.