1018024 El hombre, al ver que no había nadie alrededor, cortó sigilosamente el cable del freno de su esposa
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Las mejores películas de acción de la historia
’13 asesinos’ (2010)
Aunque ha hecho un poco de todo a lo largo de su prolífica carrera, a Takashi Miike se le sigue asociando con un par de cosas concretas: la explotación de tabúes sociales para conseguir un efecto cómico muy negro, normalmente con muchas vísceras humanas. Por eso, cuando rehizo una oscura epopeya samurái de los años sesenta, cabía suponer que llevaría el género a nuevos extremos transgresores. Pero ’13 asesinos’ es una película sorprendentemente tradicional, un retorno reverencial a las obras de época feudal de Akira Kurosawa. Sin embargo, no es sólo un homenaje a esas películas, sino que se sitúa entre ellas.
Por supuesto, hay momentos truculentos, como un ritual de seppuku y varias decapitaciones. Sin embargo, durante la mayor parte de su metraje, Miike muestra una gran moderación en relación con lo que ha puesto en pantalla en el pasado. Luego llega la hora final, con 45 minutos de emocionantes cuchilladas, sangre, explosiones y toros en llamas (has leído bien). Es el punto culminante de la carrera de un cineasta que siempre ha sabido orquestar la violencia, utilizando su habilidad para crear una belleza brutal.
‘Miami Vice’ (2006)
“Nunca dudaré de ti”, le dice Ricardo Tubbs (Jamie Foxx) a su compañero, Sonny Crockett (Colin Farrell), en el inquietante e hipnotizador procedimiento policial de Michael Mann, una verdadera carta de amor a los hombres de acción. Se trata de una adaptación de la icónica serie de los años 80, en la que Mann ejerció de productor ejecutivo, y que se aleja radicalmente de los blazers de Armani y los llamativos tonos pastel de su predecesora.
Fotografiada con cámaras digitales que dan un brillo antiséptico a las escenas diurnas y una humedad pixelada a las nocturnas, la película sigue a Crockett y Tubbs en su intento de infiltrarse en el imperio del narcotraficante sudamericano Montoya (Luis Tosar). Crockett seduce a Isabella (una astuta y sensual Gong Li), la novia del malo, y ambos policías se ganan la ira del segundo al mando de Montoya (John Ortiz). Mann pone a prueba a Crockett y Tubbs: Lo mejor del espectáculo es un enfrentamiento cuerpo a cuerpo entre el dúo y unos subalternos supremacistas blancos en una casa móvil, que culmina con uno de los disparos más catárticos de la historia del cine.