1018039 La chica esperaba que su novio, con quien había estado durante 7 años, le celebrara el cumpleaños, pero la niña no esperaba que el hombre asistiera a una fiesta con su nue
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Las mejores películas de acción de la historia
‘Espartaco’ (1960)
Cada vez que los críticos intentan minimizar a Stanley Kubrick como un creador frío y monolítico, siempre se quedan colgados con Espartaco. Aquí tenemos una película que no muestra casi ninguno de los rasgos habituales de ese maestro del cine: Es lujuriosa y plena, extensa y sentimental, y lo más lejos posible del Kubrick clínico y claustrofóbico del cliché. El director no trabajó en el guion (escrito por Dalton Trumbo), de ahí toda la retórica socialista de burla a la autoridad que sustenta su relato mítico de la rebelión de los esclavos. Además, Kubrick cedió el control creativo al productor Kirk Douglas, algo que nunca volvería a hacer.
Uno de los placeres de Espartaco -especialmente en sus vastas y encendidas escenas de batalla- es sentir esa atracción entre la desordenada grandiosidad de una epopeya hollywoodiense a la vieja usanza y la precisión artística que Kubrick se esforzaba por aportar. Quizá debería haberse soltado así un poco más a menudo.
‘John Rambo’ (2008)
La última vez que vimos a John Rambo (Sylvester Stallone) en la mal concebida Rambo III (1988), se dirigía a la puesta de sol con los muyahidines. Veinte años después, los luchadores islámicos por la libertad no están muy de moda, así que de alguna manera se ha ido a Tailandia, donde tiene un cómodo trabajo como adiestrador de serpientes. Llegan unos misioneros en un viaje humanitario a Birmania, y Rambo -en contra de su buen juicio- acepta guiarlos a través de un país devastado por la guerra. ¿Qué te parece? Es la primera vez que Stallone dirige uno de sus propios guiones de Rambo, y la película está impregnada de su particular machismo monosilábico y caricaturesco, que es perversamente una virtud.
Si se piensa demasiado en lo que ocurre (todos los pacifistas se vuelven inevitablemente violentos; los villanos son asesinos en masa violadores de niños), se verá que se trata de una película histéricamente reaccionaria. Pero Stallone expone su argumento unilateral y pro-intervencionista con un fervor tan embriagador -especialmente en un final asombrosamente sangriento lleno de decapitaciones, malos acribillados a balazos que resulta imposible resistirse a la fantasía.