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Patrimonio de la Humanidad: todo lo que debes saber sobre la lista de la UNESCO
España presentó dos propuestas en 2023: la Menorca talayótica y el Castillo de Sigüenza. De ellas, solo la primera propuesta lo logró

El centro histórico de Córdoba es uno de los conjuntos españoles en la Lista de la UNESCOPxHere

Vicent Selva (Colaborador de idealista news)
30 Septiembre 2024, 6:01
Todo el mundo sabe qué es la Lista del Patrimonio confeccionada por la UNESCO, más conocida como Lista del Patrimonio de la Humanidad. Cada año, muchos países de todo el mundo pugnan por lograr introducir un nuevo elemento que pase a ser considerado Patrimonio de la Humanidad. Para lograrlo, cada uno de ellos envía al Comité del Patrimonio de la Unesco sus propuestas para incluir nuevos sitios en esa codiciada lista. Por ejemplo, España presentó dos propuestas en 2023: la Menorca talayótica y el Castillo de Sigüenza. De ellas, solo la primera propuesta lo logró. ¿Pero a qué se debe este interés? ¿Cuáles son los elementos que pueden ser parte de esta lista?
- Las ventajas de ser Patrimonio de la Humanidad
- Las obligaciones de los Patrimonio de la Humanidad
- Las características de los Patrimonio de la Humanidad
- Los cinco países con más elementos Patrimonio de la Humanidad
- La importancia de la arquitectura como patrimonio
Las ventajas de ser Patrimonio de la Humanidad
Ser declarado Patrimonio de la Humanidad supone reconocer que un lugar posee “un valor excepcional para la humanidad” que hay que proteger “para que las generaciones futuras los aprecien y disfruten”. Entre ellos, podemos encontrar desde las Pirámides de Egipto a las Islas Galápagos en Ecuador, pasando por el Taj Mahal en India o la Acrópolis en Grecia.
La inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial puede tener impactos positivos tanto en el sitio mismo como en su entorno. Además del reconocimiento a nivel internacional, esta designación otorga protección legal y la posibilidad de acceder a fondos destinados a facilitar su conservación. Estos recursos resultan especialmente valiosos para ciudades o regiones con sitios patrimoniales, ya sean monumentos históricos o áreas naturales, y son esenciales para países en desarrollo que tienen limitados recursos para mantener sus valiosos legados culturales y naturales.
Además, los sitios declarados Patrimonio de la Humanidad son herramientas potentes para fomentar un turismo de calidad y estimular la economía local. Según datos de la Organización Mundial del Turismo, en 2019, justo antes de la pandemia que paralizaría todo el sector turístico mundial, se registraron más de 1.400 millones de llegadas de turistas internacionales en todo el mundo, lo que generó la creación de más de 120 millones de empleos y contribuyó con más de dos billones de dólares al PIB global.
Aproximadamente el 40% de este turismo tuvo como motivación principal el interés cultural, y muchos de estos viajeros se dirigieron hacia destinos que albergan sitios declarados Patrimonio de la Humanidad. Por lo tanto, un patrimonio cultural bien conservado y promocionado puede ser una herramienta invaluable para impulsar la economía local, generar empleo y promover un turismo sostenible, tanto a nivel nacional como internacional.

Chapelle notre-Dame du Haut, de Le CorbusierFLC/ADAGP
Las obligaciones de los Patrimonio de la Humanidad
Sin embargo, es importante tener en cuenta los posibles riesgos asociados. Un estudio encargado por el gobierno británico reveló que si bien los beneficios de ser designado como Patrimonio de la Humanidad son evidentes, también existen desafíos como los costes de promoción, estudios técnicos, gestión del sitio recién designado, pérdida de oportunidades y la posibilidad de un aumento excesivo del turismo en la zona, que podrían generar problemas a largo plazo.
Entre las responsabilidades que se asumen con la incorporación de un elemento a la Lista del Patrimonio Minimalismo, se incluyen la conservación y protección del sitio designado, tanto en términos de su integridad física como de su valor cultural, histórico o natural. Para ello, es fundamental implementar medidas efectivas que prevengan la degradación, el deterioro y la posible destrucción del sitio, asegurando así su preservación para las generaciones presentes y futuras.
Además de la conservación, es esencial adoptar prácticas de gestión sostenible que garanticen la preservación a largo plazo del sitio y su entorno. Esto implica la implementación de regulaciones, políticas y programas que fomenten el uso responsable de los recursos naturales, minimicen los impactos ambientales y gestionen adecuadamente el turismo y otras actividades humanas en la zona.

Palacios Imperiales de las Dinastías Ming y Qing en Beijing y Shenyang (China)UNESCO
Asimismo, es necesario llevar a cabo investigaciones y monitoreo continuo del sitio para comprender mejor su estado de conservación, identificar posibles amenazas y desarrollar estrategias de gestión efectivas. Esto implica la realización de estudios científicos, el seguimiento de indicadores de impacto y la evaluación periódica de la efectividad de las medidas de conservación.
Todo ello sin olvidar la necesidad de promover la educación y la sensibilización sobre el valor del sitio y la importancia de su conservación a nivel local e internacional es fundamental, a través de programas educativos, actividades de divulgación y la participación activa de las comunidades locales en su gestión y conservación.
Las características de los Patrimonio de la Humanidad
Para poder ser considerado un Patrimonio de la Humanidad, los elementos deben reunir algunas características, según la UNESCO. Estas son diferentes en función de si nos referimos a patrimonio cultural o a patrimonio natural.

La Bauhaus y sus sitios en Weimar, Desau y Bernau, AlemaniaNomination File
En cuanto al patrimonio cultural, las características son las siguientes:
- En el caso de monumentos, deben ser obras arquitectónicas, esculturas, pinturas monumentales o elementos arqueológicos con un valor excepcional desde el punto de vista histórico, artístico o científico.
- Los conjuntos son grupos de construcciones que, ya sea de manera aislada o reunidas, poseen una arquitectura, unidad e integración en el paisaje que les otorga un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, artístico o científico.
- Por lugares, entendemos obras del ser humano o conjuntos del ser humano y la naturaleza, incluyendo lugares arqueológicos, que tienen un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico.

También hay espacios naturales, como el Glaciar Perito Moreno, en el Parque Nacional Los Glaciares (Argentina)PxHere
El patrimonio natural, por su parte, debe reunir estas características.
- Los monumentos naturales consisten en formaciones físicas y biológicas, o grupos de estas formaciones, con un valor excepcional desde el punto de vista estético o científico.
- Las formaciones geológicas y hábitats son onas estrictamente delimitadas que albergan especies animales y vegetales amenazadas, con un valor excepcional desde el punto de vista científico o de conservación.
- Los lugares naturales se componen de zonas delimitadas que poseen un valor excepcional desde el punto de vista científico, de conservación o de belleza natural.
- El patrimonio natural subacuático se refiere a todos los vestigios de existencia humana con carácter cultural, histórico o arqueológico que han estado bajo el agua, de manera periódica o continua, durante al menos 100 años.
Los cinco países con más elementos Patrimonio de la Humanidad
En la actualidad, según informa la UNESCO, la Lista de Patrimonio Mundial cuenta con la inscripción de mil cincuenta y dos sitios ubicados en ciento sesenta y cinco países diferentes. Esta lista se caracteriza por ser abierta, permitiendo la incorporación anual de nuevos lugares de valor universal excepcional. Estos bienes se dividen en tres categorías: bienes culturales, bienes naturales y bienes mixtos. ¿Pero cuáles son los cinco con un mayor número de elementos en esa lista?

Conjunto industrial del siglo XX en Ivrea, Italia. Guelpa Foundation
Pues bien, en cuarto y quinto lugar encontramos dos países vecinos. Y uno de ellos es España; el otro, Francia. Cada uno de ellos, cuenta con un total de cuarenta y nueve lugares, inscritos en la lista administrada por el Comité del Patrimonio Mundial. En España, las obras de Antoni Gaudí son especialmente populares entre los visitantes, aunque el país alberga otros sitios de renombre como la Alhambra de Granada, la Catedral de Burgos y el casco histórico de Córdoba. En el caso de Francia, nos encontramos con lugares emblemáticos como el Palacio y el Parque de Versalles, la Abadía de Vézelay y la Catedral de Chartres.
El tercer país con más sitios reconocidos por la UNESCO es Alemania, con un total de cincuenta y un Patrimonios de la Humanidad. Entre ellos se encuentran las Catedrales de Aquisgrán y de Espira, así como los castillos de Augustusburg y Falkenlust en Brühl, todos ellos destinos populares para los turistas interesados en la historia y la cultura alemanas.
China se sitúa en el segundo lugar con cincuenta y seis sitios reconocidos, distribuidos a lo largo de su vasto territorio. Algunos de los más destacados incluyen la Gran Muralla y la Ciudad Prohibida, junto con reservas naturales como las del panda gigante en Sichuan.
Encabezando la lista, tenemos la Bella Italia, con un total de cincuenta y ocho sitios reconocidos como Patrimonios de la Humanidad. Entre sus destacadas joyas arquitectónicas y artísticas se encuentran el Coliseo, la Fontana di Trevi y la Vía Sacra en el centro histórico de Roma. La riqueza cultural y natural de Italia, atraen a millones de visitantes cada año.

Palau de la Música CatalanaPxHere
La importancia de la arquitectura como patrimonio
El patrimonio arquitectónico es como el corazón palpable de nuestras ciudades. Un patrimonio que es mucho más que simples estructuras de concreto y piedra; son testigos silenciosos de nuestro pasado, nuestra historia y nuestras tradiciones.
Para la UNESCO, el patrimonio inmueble incluye lugares, sitios, edificaciones, obras de ingeniería, centros industriales, conjuntos arquitectónicos y monumentos de relevancia arquitectónica, arqueológica, etnológica, histórica, artística o científica. Aunque la visión tradicional del patrimonio inmueble se centra en lo material, se ha aceptado que reconocer sus valores técnicos constructivos, estéticos, artísticos, sociales, religiosos o funcionales es esencial para su preservación. Identificar estos valores no solo ayuda a conservar el monumento, sino también a comprender las necesidades y recursos necesarios para su mantenimiento y protección adecuados.
De esta forma, la arquitectura y el resto de elementos del patrimonio inmueble poseen una importancia cultural enorme. Cada edificio cuenta una historia única, nos habla de las personas y las comunidades que los han habitado a lo largo del tiempo. Y es que conservar este patrimonio es proteger la memoria colectiva de sociedades, culturas y pueblos.