MIRA LA RESEÑA DE LA PELÍCULA DEL PRÓXIMO EPISODIO
La complicada vuelta al cole inmobiliaria: viviendas caras y alquileres inasumibles
Domingo Menéndez, gerente de Valdecarros, repasa el problema de la vivienda, aunque se muestra optimista con el futuro y cree que podemos estar ante un punto de inflexión

Promoción de obra nueva en Valdecarros (Madrid)idealista
23 Septiembre 2024, 6:01
Artículo escrito por Domingo Menéndez, gerente de Valdecarros
Los inicios de curso siempre huelen a nuevo. Nuevas rutinas, nuevas materias, nuevos propósitos… Para muchos, septiembre significa incluso un nuevo comienzo, el momento de renovarse, de emprender, abordar cambios necesarios. Recomenzar. También para el sector inmobiliario que debe reorganizarse y prepararse para lo que está por venir.
Abordamos este mes de septiembre con una pesada mochila que arrastramos desde hace años y que se resume en pocas palabras: viviendas caras y alquileres inasumibles. Un lastre inadmisible para una sociedad que tiene el derecho de emanciparse, comenzar una nueva vida, independizarse, invertir y, en definitiva, soñar con un futuro.
Lo cierto es que en los últimos días han surgido algunos cambios que invitan al optimismo. Por una parte, la decisión del BCE de rebajar de nuevo en un cuarto punto el precio del dinero en una tendencia que parece consolidarse y que ha disminuido el coste de las hipotecas en una media de 1.000 euros anuales, Por otra, el frenazo de la inflación que contribuye a aligerar la carga que soportan las familias. Sin duda esto traerá consigo cierto alivio a los costes de financiación residencial, e incentivará la compra de viviendas, especialmente en el segmento joven.
Es probable que ese repunte de las operaciones se consolide y aumente la tendencia apuntada tras la pandemia: se buscan pisos más amplios y funcionales, eficientes en consumo de energía, con terrazas y zonas verdes amplias, sin que importe demasiado ampliar el radio de búsqueda. De algún modo, las periferias son el nuevo centro urbano, siempre que aporten la sostenibilidad, los equipamientos y las ventajas de transporte y movilidad que se demandan en los nuevos tiempos.
Hasta septiembre, y según los últimos informes del sector como los que publica idealista, más del 40% de la población que viven de alquiler en España reconoce hacerlo por obligación ante la imposibilidad de afrontar una compra. La proporción de ‘alquileres obligados’ ha aumentado en cinco puntos en solo un año. Ese incremento supone a su vez una mayor presión sobre los precios, de forma que en varias ciudades el alquiler tiende a encarecerse más que la compra. De hecho, la última Encuesta de Sensibilidad Inmobiliaria (ESI) de idealista prevé que las alzas de precios residenciales se mantengan tanto en venta como alquiler. En ese contexto, la Ley de Vivienda no ha conseguido revertir esa tendencia, con un incremento interanual que sigue por encima del 10%.
La escasez de oferta de viviendas nuevas agrava ese problema. Primero por el mayor precio que genera, pero también por una mayor distancia entre el perfil ideal de casa que se quiere comprar o alquilar y el que realmente se encuentra. Ambos factores tienden a dilatar o suspender las decisiones. Buena parte del mercado ha entrado en una espiral de difícil salida que sólo se romperá cuando la oferta aumente de forma lo suficientemente relevante como para influir en los precios.
Agencias y consultoras están destacando la importancia de los nuevos desarrollos urbanos para dar la vuelta a esa situación. En el caso de Madrid ese factor se concentra en los nuevos desarrollos del sureste, entre los que Valdecarros representa el principal foco de actuación, ya que albergará una de cada tres nuevas viviendas que se levanten en la capital a medio plazo.
Ese incremento de la oferta será importante, porque las circunstancias de Madrid son diferentes a las del resto de España. La capital tiene la mayor presión demográfica del país. Ese crecimiento de habitantes requiere más oferta residencial, y la única opción real de aportarla está en la zona del sureste.
En los últimos años se han incrementado también las recomendaciones de agilizar los trámites urbanísticos para impulsar la generación de suelo, así como de flexibilizar los usos, de manera que determinados espacios comerciales o de oficinas puedan reconducirse al sector residencial de forma mucho más rápida y eficiente de lo que ha sido hasta ahora.
Para dar ese salto, la colaboración entre los sectores público y privado está siendo fundamental, impulsando la oferta de viviendas asequibles. Sumadas a las nuevas ayudas y subsidios para facilitar el acceso a la vivienda, podemos estar ante el punto de inflexión hacia una oferta mucho más extensa y variada, y también hacia precios más contenidos y estables. Abordamos el nuevo curso con el objetivo de liberar de nuestras mochilas la carga más pesada y recomenzar desde el optimismo y la ilusión.