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León, la escapada perfecta: cultura, historia… y tapas
Ciudades
La ciudad cuenta con lugares excepcionales y dignos de visita si se está en ella para poder aprender más sobre nuestro pasado y, además, cuenta con una excelente gastronomía

Carmen Giró
10/12/2024 06:45
Una catedral imponente, unas murallas dignas de película, un conjunto románico excepcional, unas calles repletas de bares de tapas… todo este entramado lleva el nombre compartido de León, una ciudad que merece una visita donde se puede combinar la cultura y la diversión.
León cuenta con una gran riqueza monumental y artística que permite al visitante admirar muchos hitos diferentes en un espacio muy compacto y fácil de recorrer. Los antecedentes de la ciudad se remontan a la época romana, de la que se conserva principalmente el recinto amurallado. Del románico destaca la colegiata de san Isidoro, en el gótico reina la catedral de Santa María, y del Renacimiento destaca el convento de San Marcos. Son los principales atractivos de la ciudad, además de palacios de la nobleza, iglesias, conventos y edificaciones civiles como la coqueta plaza Mayor.

La ciudad, además, es una de las paradas históricas del camino de Santiago, y ofrece al peregrino una de las principales catedrales en su ruta hasta Compostela. Todo León está impregnado del ambiente del peregrinaje, tanto en su vertiente más espiritual como en su vertiente más social.
En el casco viejo de la ciudad, el barrio Húmero acoge infinidad de tabernas y mesones repletas de tapas y raciones donde se puede degustar la cocina leonesa. Desde la cecina hasta el cordero o las verduras, pasando por la trucha. Por supuesto acompañándolas de un buen vino de León o con la llamada limonada en las fechas de Pascua, que de limón solo tiene el aroma, ya que es más bien una sangría de frutas bien cargada.
Catedral monumental

La catedral de León es, sin duda, uno de los principales atractivos de la ciudad. Un ejemplo de primer orden de la arquitectura gótica está inspirada en la catedral francesa de Reims, y tiene una planta de tres naves, que se convierten en cinco en el crucero. Es un templo monumental, elegante en su verticalidad gótica, repleto de obras de arte tanto en escultura como en pintura, elementos ornamentales y, por supuesto, las vidrieras.
Estas vidrieras coloridas y ricas en decoración ofrecen representaciones y símbolos de santos, reyes y profetas, de temas heráldicos, y de motivos vegetales propios de León, como la vid o la hoja de roble. Todo el interior es un compendio de la concepción teológica medieval del mundo, presidida por la bendición del creador. Incluso los colores predominantes de cada vidriera están pensados para que tengan un efecto diferente dependiendo del momento del día o del año que reciben la luz solar.

El templo cuenta con tres fachadas con diversas puertas, cada una de ellas dedicada a una virgen o a un santo diferentes. El claustro destaca también por su armonía, y en su interior se puede admirar las dimensiones colosales de las agujas de las torres, ya que allí descansan las que se han retirado tras su restauración. El coro gótico, el altar mayor y las diferentes capillas completan un conjunto que no puede faltar en el carnet de visitante de la ciudad.
El románico de San Isidoro
La real colegiata de San Isidoro es la otra gran joya de la ciudad. De estilo románico, aunque luego evoluciona hasta el barroco, se considera uno de los conjuntos más destacados de este estilo de toda España. Además, a lo largo de su historia albergó importantes escuelas de orfebrería y de artesanos del marfil y el azabache, entre otros.