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Este es el suite hotel más deseado de Lanzarote, el destino de moda
Escapada
Con solo cinco habitaciones, el hotel Buenavista es un rincón exquisito de la isla y el refugio de los famosos para olvidarse del mundo
Pocas veces te sientes como en casa en un lugar extraño. Pocas veces la calma se instala en tu sistema nervioso y baja tus revoluciones hasta que eres capaz de sonreír. Y eso pasa en este lugar del mundo. Eso pasa aquí, donde la tierra es negra y se ve la luna llena tras los ventanales, que reposan a ras del suelo. Quizá porque es el sueño cumplido de una pareja, Mayca y Gonzalo Bethencourt, que quiso criar a sus hijos en el paraíso, donde el silencio es el rey y la convivencia, los juegos, los trabajos manuales, la relación con la naturaleza, los frutos que da la tierra, el viento, la marea, las uvas que llevan a los vinos, la lluvia, el sol, o la temperatura de los volcanes, son la prioridad.
El Hotel Buenavista o un rincón mágico en el mundo, en la insólita isla de Lanzarote, te recibe con toda la fuerza de la tierra y del amor del que la cuida. Cinco preciosas habitaciones que han sido creadas para parar el mundo. Para recuperar la confianza. Para sanar la mente y abrir el corazón.
Gonzalo te espera con una sonrisa y la ilusión de compartir contigo su milagro, un lugar protegido por sus mimos y los de su gente donde podrás sanar y parar y olvidar la agitación mental de la que quieres escapar. Tierra negra. Flores diminutas. Aromas naturales. Respiraciones profundas. Nada que hacer. Nada. Estar. Pasear. O acercarte a alguno de los pueblos blancos que diseñó César Manrique y que han marcado para siempre la estética de una isla que nos recibe para serenar el alma.
Despiertas, abres las puertas, miras al sol y una mujer te acerca el desayuno con una cesta de mimbre en cada brazo hasta la habitación. Productos de casa. Una silla roja te espera en medio de la lava para sentarte a mirar. Solo a mirar.
En algún momento cogerás impulso para ir a mojarte los pies en la playa del Papagayo, acercarte a Famara a surfear o a ver cómo surfean los demás, o a comer a las Bodegas de Uga. Nuestro mejor plan fue pasear por Teguise y paladear el mejor Blody Mary en nuestro descubrimiento, El Patio Créperie, con la gente más divertida de este mundo.
Al volver a casa puedes hacer yoga, darte un masaje o tumbarte a soñar. Gonzalo siempre tiene una sonrisa para ti y eso siempre reconforta.
