‘CARmela’, la verdad detrás del coche que evidencia los prejuicios sexistas en la conducción
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‘CARmela’, el coche “para mujeres” presentado por Midas, revela los prejuicios sexistas que siguen pesando sobre la conducción femenina en el actual siglo XXI.
En pleno siglo XXI, donde la igualdad de género debería ser un valor asentado, persisten prejuicios que parecen inquebrantables. El reciente caso del coche ‘CARmela’ ha puesto de manifiesto los estereotipos sexistas que aún rondan a la conducción y, sobre todo, a la mujer; un tema que sigue siendo objeto de debate.
Presentado inicialmente como el “primer coche 100% para mujeres”, el concepto detrás de “CARmela” no sólo genera polémica, sino que también abre una ventana a reflexionar sobre cómo la sociedad percibe a las mujeres al volante y cómo esos prejuicios impactan en su experiencia de conducción.
Pero más allá de la controversia, ‘CARmela’ es una representación de los estereotipos persistentes sobre la conducción femenina, creada para destapar esas ideas preconcebidas.
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Un coche “para mujeres”
En una campaña publicitaria que se hizo viral, una pancarta gigante con la imagen de ‘CARmela’ apareció en la Plaza de Callao, en Madrid, desatando una ola de reacciones en redes sociales. Muchos se preguntaban cómo podía existir un coche específicamente diseñado para mujeres.
En un principio, la idea parecía una burla a las luchas feministas, sobre todo en un contexto donde la igualdad de género debería ser la norma. Sin embargo, pronto se descubrió que no se trataba de un vehículo real, sino de una campaña publicitaria pensada para poner en evidencia los prejuicios sexistas que aún se asocian con la conducción femenina.
La campaña fue ideada por Midas, una empresa especializada en mantenimiento de vehículos, y la agencia Evercom. A través de la inteligencia artificial (IA), la marca generó una representación gráfica de lo que, según ciertos estereotipos, debería ser un coche “para mujeres”.
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Y es que, según una encuesta realizada por Midas a 1.000 conductores de ambos sexos, los resultados revelaron una serie de características que se consideraban necesarias en un coche destinado al género femenino.
Entre ellas, se mencionaban vehículos más ligeros, con mayor seguridad, colores suaves, más espejos y, por supuesto, más espacio para artículos personales como el maquillaje o las sillas de bebé.
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Prejuicios sexistas al volante
Los datos del estudio, que fueron publicados en el primer semestre de 2024, son reveladores. Un 30% de los encuestados expresó que debería diseñarse un vehículo específicamente para mujeres. Sin embargo, las características que definen este coche muestran cómo los prejuicios sexistas siguen estando profundamente arraigados en la sociedad.
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Según los resultados, casi un 43% de los entrevistados creen que un coche para mujeres debería ser más seguro, con protecciones adicionales, mientras que un 32% considera que debe incluir más espejos, más grandes y adaptados al supuesto tamaño del rostro femenino.
La encuesta también reveló que el 77% de los encuestados piensan que las mujeres conducen con más miedo que los hombres, lo cual refuerza la percepción de que las mujeres requieren de un coche más fácil de manejar y, en definitiva, más “suave” en su diseño.
Un aspecto que sorprende especialmente es la creencia de que las mujeres necesitan un coche más ligero, lo que implica una falta de “confianza” en sus capacidades para conducir vehículos de mayor tamaño o potencia.
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Estas percepciones están lejos de la realidad y, de hecho, contribuyen a alimentar los estereotipos de género que limitan la autonomía y la independencia de las mujeres al volante.
Un 75% de las mujeres experimentan discriminación al volante
Aunque la campaña y el estudio se centran en los prejuicios en torno al diseño de los coches, el problema del sexismo al volante no termina ahí. Según Midas, un 75% de las mujeres han experimentado algún tipo de discriminación por razón de género mientras conducían.
Estas manifestaciones sexistas incluyen desde gestos y miradas, hasta comentarios ofensivos, insultos e incluso bocinazos. Además, el 40% de las mujeres aseguran que sufren estas conductas de forma constante o frecuente.
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Pero la discriminación no se limita a las carreteras. En el entorno de los talleres y concesionarios de coches, la brecha de género también es palpable. Un 32% de las mujeres afirman que han recibido un trato diferencial en talleres, y un 22,4% señalan que en los concesionarios el trato tiende a centrarse más en su acompañante masculino que en ellas.
Esta realidad evidencia que, aún en contextos donde la experiencia en la conducción es la misma para ambos géneros, las mujeres siguen enfrentando barreras invisibles que limitan su libertad, seguridad y confianza al volante (y no sólo al volante).
‘CARmela’ como herramienta de cambio
El propósito de Midas al lanzar esta campaña no es crear una división entre coches para hombres y coches para mujeres, sino más bien destacar los prejuicios profundamente enraizados que siguen influyendo en el diseño de productos y en las interacciones diarias.
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Tal y como señala Jocelyne Bravo, Marketing and Communications Lead de Midas, “Creemos que exponer estos prejuicios es el primer paso para una transformación cultural que permita ver a las mujeres al volante de manera igualitaria, destacando sus capacidades y preferencias reales sin caer en etiquetas limitantes”.
El coche ‘CARmela‘ es una representación gráfica que busca reflejar cómo se perciben los estereotipos sobre las mujeres conductoras. Al hacer visible lo insultante, absurdo e innecesario (como periodista, pido disculpas por mi opinión, pero lo veo necesario) de estos prejuicios, Midas abre el debate sobre la igualdad en la conducción.
Asimismo, también invita a cuestionar otros ámbitos donde los estereotipos siguen limitando las opciones y la autonomía de las mujeres.
Más allá del marketing, un paso hacia la igualdad
La controversia en torno a ‘CARmela’ es un recordatorio de que, aunque hemos avanzado en muchos aspectos de la igualdad de género, aún queda un largo camino por recorrer. A través de esta campaña, Midas no sólo ha generado debate, sino que ha invitado a la reflexión sobre cómo la sociedad sigue percibiendo a las mujeres al volante.
La igualdad de género no debería ser una campaña publicitaria, sino una realidad tangible que, con el tiempo, derrumbe los estereotipos sexistas que aún determinan cómo vivimos, trabajamos y, en este caso, conducimos.