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Hay un truco para seguir conduciendo tu coche un poco más eco, pasando de la etiqueta B a la C. Es totalmente legal y más económico que comprar un coche nuevo.
Dentro de unos meses, las etiquetas de la DGT cumplirán diez años. A lo largo de este tempo, han adquirido cada vez más protagonismo, sobre todo, en ciudades como Madrid y Barcelona. Y más que van a tener en los próximos años. Aquí te damos un truco para cambiar de etiqueta y alargar la vida útil de tu coche.
Estos distintivos clasifican los automóviles en función de la tecnología que equipan para reducir las emisiones y cumplir con la normativa de la Unión Europea en vigor en cada momento.
Al principio, no tenían importancia, pero con el paso de los años se han convertido en imprescindibles para determinar qué vehículos pueden entrar o no en las ciudades, a medida que se implementaban las Zonas de Bajas Emisiones.
Ahora se han convertido en un quebradero de cabeza, ya que muchos conductores que no tienen etiqueta o tienen la pegatina B empiezan a preocuparse, al ver amenazada su libertad de movimiento.
Los españoles dicen adiós a la tradición y hola a los nuevos tiempos: ya hay más coches electrificados que sin etiqueta ECO
Restricciones a los vehículos más contaminantes
De momento, las restricciones las sufren los vehículos sin distintivo medioambiental, que son los que no entran en la clasificación que hizo la DGT en su día. Estos son los coches de gasolina matriculados antes de 2001 y los diésel antes de 2006.
Pero pronto las restricciones se extenderán al resto de automóviles, empezando por los que lucen la etiqueta B, la amarilla. En principio, estos vehículos quedarán vetados antes de 2026 en ciudades como Madrid y Barcelona, aunque esto está en el aire.
Ya hemos visto cómo el Ayuntamiento de Madrid ha anunciado una moratoria de un año a los coches sin etiqueta ambiental, que podrán seguir circulando hasta el 31 de diciembre de 2025 (los que estén empadronados).
El truco para cambiar tu coche de etiqueta B a C
Sea el próximo año o cuando toque, si tienes un coche con etiqueta B, serás el siguiente en sufrir las restricciones al tráfico. Con este escenario, tienes dos opciones: cambiar de vehículo (comprándote uno nuevo o de segunda mano, pero más moderno) o hacer este truco que te contamos a continuación, que te permite pasar a etiqueta C.
Hay que decir que no todos los vehículos con la pegatina B pueden pasar a C. Para ello, tienes que comprobar la ficha técnica: si tienes un coche de gasolina matriculado antes del 1 de enero de 2006, pero cumple con la normativa de emisiones Euro 4 (más restrictiva que la Euro 3 que exige la etiqueta B), puedes hacer la transformación.
En el caso de los coches con motor diésel también es posible, pero sólo para aquellos matriculados antes de septiembre de 2015 y cumplan con la normativa Euro 6 o superior.
De esta forma, podrás alargar la vida útil de tu vehículo una vez que las ZBE prohíban el acceso y circulación a los coches con etiqueta B. Ya sabes que estos espacios son obligatorios por ley en los municipios con 50.000 habitantes o más.
Como hacer el cambio
Para cambiar la etiqueta B de tu coche por una C, sólo tienes que acudir a la ficha técnica del vehículo o realizar una consulta al fabricante, comprobando así la normativa anticontaminación que cumple el propulsor.
Hecha esta comprobación inicial, debes ir al concesionario para solicitar un certificado de conformidad y con él acudir a una oficina de la DGT para solicitar el cambio de distintivo para que quede reflejado en la base de datos de Tráfico.
El procedimiento puede resultar costoso y la cifra varía de una Comunidad Autónoma a otra. Sin embargo, por muy caro que pueda ser, es mucho más económico que comprar un vehículo, aunque sea de segunda mano. Además, es la forma más barata de beneficiarte de las ventajas que conlleva una etiqueta medioambiental superior.
Recuerda, dependiendo del tipo de vehículo y año de matriculación, también puedes obtener la etiqueta ECO de la DGT de una forma mucho más económica. Aquí te explicamos, paso a paso, cómo convertir tu coche de gasolina a GLP.
Convertir el diésel en combustible ecológico
Una empresa de Estados Unidos ha encontrado la manera de seguir utilizando los motores diésel de una manera más ecológica. Se trata de la compañía Emvolon, derivada del MIT (Massachusetts Institute of Technology) y ha descubierto cómo transformar el diésel en combustible ecológico.
El protagonista aquí es el metano. En una investigación publicada en la web del MIT, la empresa afirma que sus gases calientan 84 veces más que los del dióxido de carbono en dos décadas.
Puede servir para elaborar combustibles ecológicos, pero las actuales infraestructuras no permiten que se convierta a gran escala. Así que Emvolon ha creado un método para transformar el gas metano en carburantes líquidos, como amoníaco o metanol.
Según explica el director de la compañía norteamericana, Emmanuel Kasseris, consiste en “una nueva forma de fabricación de productos químicos” que se podrían transformar y ayudarían a sectores muy contaminantes a reducir sus emisiones.
En un comunicado, asegura que “alrededor del 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de sectores difíciles de reducir que necesitan combustible ecológico: el transporte marítimo, la aviación, los camiones pesados y el ferrocarril”. Otro 15% proviene de “emisiones distribuidas de metano, como pozos petrolíferos o vertederos”.
Para lograrlo, la empresa desarrolló un sistema con un motor que funciona con combustible ‘rico’, es decir, con una mayor proporción de carburante a aire, según explican.
Luego se oxida parcialmente el metano para transformarlo en monóxido de carbono e hidrógeno, “los componentes básicos para sintetizar una variedad de sustancias químicas”.
Estos motores pueden producir ocho toneladas de metanol diarias. Emvolon ya ha empezado a producir seis barrilles de este producto químico y ya han llegado a un acuerdo para hacer una prueba en un vertedero de Texas.
Adivinos y Jacuzzis medievales : el mercado navideño de Esslingen ofrece mucho más que artesanías
Derechos de autor Maximilian Schwarz / Esslinger Stadtmarketing & Tourismus GmbH
Por Lucy Shrimpton
Publicado 20/12/2024 – 6:00 CET
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Escápese a la ciudad medieval de Esslingen, en Alemania, para disfrutar de una experiencia festiva, divertida y gastronómica durante Navidad y Año Nuevo.
En un libro infantil que aún no he escrito, Papá Noel vuela su dron sobre los mercados navideños de Alemania, empeñado en encontrar lo más mágico para un fin de semana romántico con la señora Christmas (Navidad).
¿Núremberg? “Hmm, bastante concurrido”, piensa Papá Noel. ¿Berlín? “¡Uf, qué grande!”, descarta, pensando en sus pies. A punto de dar por finalizado el día, decide darle al dron una última misión. Y ahí está… una visión de calles adoquinadas y magníficas casas adosadas con entramado de madera iluminadas por la luz del fuego. “Aaaah…”, suspira Papá Noel, antes de dar un puñetazo en el aire victorioso. “Esslingen. ¡Bingo!”.
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A diferencia de muchos de los eventos festivos de Europa, tan a menudo caracterizados por Mariah (Carey) en bucle, hay algo especial en la Esslingen medieval, a solo 15 km de Stuttgart, en el suroeste de Alemania. Me transporta a una época más sencilla, de música folk vibrante, acróbatas ágiles y especias exóticas en el aire.
Viajando en el tiempo en el mercado navideño de Esslingen
El mercado navideño de Esslingen es más una experiencia que un mero mercado comercial: dos mercados en uno. Además de un mercadillo tradicional con todos los regalos y alimentos festivos que cabría esperar, también hay un mercadillo medieval, donde cada detalle fascinante evoca la vida de hace 600 años.
Puedo ver escenarios iluminados por el fuego para trovadores, músicos y narradores de cuentos. Un malabarista llamado traviesamente ‘Master Fleapit’. Un artista sobre zancos saludando a la multitud.
Y eso no es todo. Veo a artesanos de la vieja escuela trabajando, desde herreros, cesteros y panaderos hasta alfareros, sopladores de vidrio y tejedores, muchos de los cuales invitan a los transeúntes a probar. En una velada destacada que promete ser cautivadora, incluso habrá un desfile de linternas el 19 de diciembre desde el mercado hasta la colina, hasta el castillo que domina la ciudad.
Experiencias festivas únicas
Por ahora, mi dilema personal es si optar por un chapuzón en el jacuzzi del mercado medieval o extender las manos para que Atenea, la adivina residente en el mercado, me lea la palma de la mano.
Por muy tentador que sea sentarme en medio del mercado, elijo la opción mística y salgo de la tienda 20 minutos después, animado por sus predicciones optimistas. Mi favorita es que voy a vivir hasta los 98 años. Y si eso no es una señal para dirigirse al tradicional mercado navideño a atiborrarse de más queso, no sé qué es.
Una muestra de las tradiciones culinarias de Alemania en el mercado navideño
Me encanta pasear entre los lugareños y disfrutar de todo tipo de delicias para calentar el invierno. Hay ‘stockbrot’, una masa enrollada en un palito, junto con las tradicionales castañas calientes, anillos de masa de “Apfelkringel” y todas las variedades imaginables de “Wurst” (salchichas). Lo rematé todo con unas tostadas de ‘raclette’ deliciosamente aromatizadas con hierbas, cuyo queso derretido era demasiado bueno como para ignorarlo.
También hay muchas delicias gastronómicas para llevar a casa o comprar como regalo: ‘stollen’, el tradicional pan navideño con frutos secos y, a veces, mazapán, muchos quesos y embutidos curados colgados como palitos de caramelo.
Regalos para comprar en el mercado navideño de Esslingen
También tengo en mente algunos regalos navideños maravillosos para realzar las medias navideñas de este año. Están los regalos omnipresentes que se ven por todas partes: desde delicados adornos de madera para el árbol hasta corazones de jengibre que anuncian ‘ich liebe dich’ (te amo), ‘Fröhliche Weihnachten’ (feliz Navidad) o algo más atrevido. Pero también hay regalos hechos a mano que no había visto antes, desde lindas casas de cerámica y estrellas de papel brillantes hasta galletas de una panadería para perros.
Como la experiencia del mercado navideño alemán no está completa sin una taza caliente de ‘glühwein’ (vino caliente tinto o blanco), también compro uno de estos. El sabor es impresionante, al igual que el hecho de que no haya un vaso de plástico a la vista, solo vasos reutilizables que se devuelven al vendedor.
Las manos frías envueltas en una taza caliente son un momento para quedarse quieto y asimilarlo todo. La luz centelleante adorna un edificio tras otro. La escena de nieve en la azotea de cada puesto compite por superar a la siguiente. El ‘glockenspiel’ del campanario está tocando su melodía. Entre todas las caras festivas, un visitante de barba blanca parece el más satisfecho de todos. “Bingo”, estoy bastante seguro de haberlo escuchado reír.
Venga en enero a disfrutar de los tranquilos encantos invernales de Alemania
No todo está perdido si usted (o Papá Noel) no llegan a tiempo para el mercado navideño. Hay muchas formas de disfrutar del suroeste de Alemania después de que se hayan ido las multitudes. En el resplandor del mercado navideño, Esslingen susurra el lado más tranquilo del invierno.
Hay iglesias para admirar por dentro y por fuera en este antiguo lugar de peregrinación, así como un ambiente claramente italiano: suficientes canales para merecer el apodo de ‘Pequeña Venecia’ y el segundo puente de piedra más antiguo de Alemania, la respuesta de Esslingen al Ponte Vecchio de Florencia.
Entre en calor en una cata de Kessler para probar el vino que se dice que es la primera variedad espumosa de Alemania. Inspirado por la casa de champán Veuve Clicquot en Francia, Georg Christian von Kessler regresó a Alemania y elaboró sus propias burbujas excepcionales.
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Si busca un restaurante de calidad, pruebe Mattis. Su especialidad son las Maultaschen, unas sabrosas porciones parecidas a raviolis rellenas de pesto de salvia y nueces tostadas. Si quiere explorar la región, Stuttgart está a solo 10 minutos en tren de Esslingen.
No se pierda la ruta de luces del ‘Jardín de Navidad’ en el Jardín Botánico Wilhelma y la relajación posnavideña y el encanto de los años 50 en el balneario de aguas termales Mineralbad Berg.
El mercado navideño de Esslingen estará abierto hasta el 22 de diciembre.